Bienvenidos al blog de El JapiAwer, nuestro encuentro mensual de conversaciones y networking alrededor de los temas ambientales que más interesan en nuestra ciudad.
Luego de la gran acogida que tuvieron los anteriores eventos sobre Ciudades Sostenibles y Agricultura Urbana, esta vez nos reunimos para generar conexiones y hablar sobre emprendimiento sostenible. El evento se realizó el jueves 30 de julio en en el espacio de coworking de Impacto Quito, empresa social que acoge e impulsa agentes de cambio para convertir sus ideas en emprendimientos que generan impacto positivo.
En esta oportunidad, el JapiAwer contó con la participación de 12 emprendedores que nos contaron lo que están haciendo para convertir a nuestro planeta en un lugar más sostenible. Impacto Quito fue el escenario ideal para generar conexiones, sentirse en comunidad y compartir las experiencias, los retos y las alegrías que trae el hecho emprender en un proyecto que busca ser económica, social y ambientalmente sostenible.
Durante el evento se presentaron emprendimientos cuyo objetivo brindar un bien o un servicio, pero al mismo tiempo buscan ser ambientalmente amigables y socialmente justos en sus actividades. Fuimos testigos de cómo una nueva generación de emprendedores está surgiendo y nos congratulamos con la manera en que están motivados a crear un impacto positivo en la sociedad y el ambiente.
En temas de moda y decoración nos acompañaron Nicole Bonilla de Deco Warmis, Verónica Buitrón de Suspiro Taller, Jonathan Bermeo y Martin Valencia, quienes junto con el artesano Gerardo Chasiluisa formaron Inti Eyewear y Mercedes Ramírez de Mama Familia Natural. También escuchamos emprendimientos relacionados con la alimentación y la agricultura urbana: estuvieron con nosotros Wilson Merino de Wayú, Daniela y María José de La Huerta en Casa y las hermanas Gizella y Natalia Greene de Super Foods Ec, Felipe Álvarez de Reino Fungi y Jessica Narváez de Stevida. También participaron representantes de La Chakrita Lab y Lucky Ecuador, emprendimientos relacionados a la agricultura urbana.
La visión positiva y propositiva de estos emprendimientos nos hace soñar con la posibilidad real de cambiar nuestros patrones de producción y consumo. Según el Centro Colaborador en Consumo y Producción Sostenible CSCP, los impulsadores definitivos de la tensión ambiental actual son los consumidores, y ahora que conocemos de sobra los efectos de la industrialización es la hora de modificar nuestros patrones de consumo. También por el lado de la producción podemos hacer una gran diferencia ya que, desde la definición de un propósito y de estrategias de acción, podemos generar empresas sostenibles -e incluso regenerativas- que impulsen la transformación del sistema.
El emprendimiento sostenible apunta a resolver problemas sociales y ambientales aplicando principios innovadores y esto se logra por medio la identificación de soluciones para un problema social y/o ambiental específico y la utilización de modelos de negocio claramente definidos y escalables. Como si fuera poco, estos emprendimientos brindan inspiración para que otros contribuyan o pueden ser un detonante de acción en otros para desarrollar sus propias soluciones. Existen excelentes herramientas para saber más de emprendimiento sostenible, como el Manual para el Emprendimiento Sostenible editado por AISO Academia Sosteniblidad y el CSCP.
Durante el JapiAwer nos emocionó enormemente ver personas haciendo lo que más les gusta, siguiendo su pasión, creyendo en sus proyectos y motivados a despertarse todos los días buscando que sus empresas aporten un valor agregado, no solamente para ellos mismos, sino también para las personas y el ambiente. La buena noticia es que se están formando comunidades que acogen a estos emprendedores. Daniela Peralvo nos comentó cómo, mediante talleres y programas de capacitación, incubación de proyectos y eventos de conexión, Impacto Quito fortalece e impulsa la comunidad de emprendedores e innovadores sociales del país. Por su parte, Marion, Maud y Helene del proyecto Food Sense Tour en América del Sur, nos comentaron acerca de su viaje enmarcado en la iniciativa Make Sense, comunidad abierta dedicada a ayudar a emprendedores sociales a resolver los desafíos que encuentran en el desarrollo de sus proyectos.
No podemos terminar esta reseña sin agradecer a dos emprendimientos locales que fueron importantes aliados para el éxito del evento. Quito Pizza Co., proveedor de pizza local de frescos ingredientes y Sabai Beer que, además de hacer una excelente cerveza artesanal, realiza aportes importantes a la sostenibilidad, por ejemplo promoviendo iniciativas de reciclaje de botellas (pagan 5 centavos por botella devuelta a su fábrica para ser reutilizada).
Este tercer JapiAwer nos mostró que los emprendedores tenemos una gran oportunidad ante nosotros: podemos vernos y sentirnos como personas con la capacidad de identificar y explorar oportunidades, tener grandes ideas y hacerlas realidad. Sabemos que lograr esto requiere de compromiso y perseverancia y que el mercado presenta grandes retos. Sin embargo, si lo hacemos de manera comunitaria, conociendo y respetando nuestras diferencias y diversidades, podemos dar rienda suelta a la inteligencia colectiva. Así se logrará construir una verdadera comunidad de gente que trabaja para cambiar el mundo.
Luego de la gran acogida que tuvieron los anteriores eventos sobre Ciudades Sostenibles y Agricultura Urbana, esta vez nos reunimos para generar conexiones y hablar sobre emprendimiento sostenible. El evento se realizó el jueves 30 de julio en en el espacio de coworking de Impacto Quito, empresa social que acoge e impulsa agentes de cambio para convertir sus ideas en emprendimientos que generan impacto positivo.
En esta oportunidad, el JapiAwer contó con la participación de 12 emprendedores que nos contaron lo que están haciendo para convertir a nuestro planeta en un lugar más sostenible. Impacto Quito fue el escenario ideal para generar conexiones, sentirse en comunidad y compartir las experiencias, los retos y las alegrías que trae el hecho emprender en un proyecto que busca ser económica, social y ambientalmente sostenible.
Durante el evento se presentaron emprendimientos cuyo objetivo brindar un bien o un servicio, pero al mismo tiempo buscan ser ambientalmente amigables y socialmente justos en sus actividades. Fuimos testigos de cómo una nueva generación de emprendedores está surgiendo y nos congratulamos con la manera en que están motivados a crear un impacto positivo en la sociedad y el ambiente.
En temas de moda y decoración nos acompañaron Nicole Bonilla de Deco Warmis, Verónica Buitrón de Suspiro Taller, Jonathan Bermeo y Martin Valencia, quienes junto con el artesano Gerardo Chasiluisa formaron Inti Eyewear y Mercedes Ramírez de Mama Familia Natural. También escuchamos emprendimientos relacionados con la alimentación y la agricultura urbana: estuvieron con nosotros Wilson Merino de Wayú, Daniela y María José de La Huerta en Casa y las hermanas Gizella y Natalia Greene de Super Foods Ec, Felipe Álvarez de Reino Fungi y Jessica Narváez de Stevida. También participaron representantes de La Chakrita Lab y Lucky Ecuador, emprendimientos relacionados a la agricultura urbana.
La visión positiva y propositiva de estos emprendimientos nos hace soñar con la posibilidad real de cambiar nuestros patrones de producción y consumo. Según el Centro Colaborador en Consumo y Producción Sostenible CSCP, los impulsadores definitivos de la tensión ambiental actual son los consumidores, y ahora que conocemos de sobra los efectos de la industrialización es la hora de modificar nuestros patrones de consumo. También por el lado de la producción podemos hacer una gran diferencia ya que, desde la definición de un propósito y de estrategias de acción, podemos generar empresas sostenibles -e incluso regenerativas- que impulsen la transformación del sistema.
El emprendimiento sostenible apunta a resolver problemas sociales y ambientales aplicando principios innovadores y esto se logra por medio la identificación de soluciones para un problema social y/o ambiental específico y la utilización de modelos de negocio claramente definidos y escalables. Como si fuera poco, estos emprendimientos brindan inspiración para que otros contribuyan o pueden ser un detonante de acción en otros para desarrollar sus propias soluciones. Existen excelentes herramientas para saber más de emprendimiento sostenible, como el Manual para el Emprendimiento Sostenible editado por AISO Academia Sosteniblidad y el CSCP.
Durante el JapiAwer nos emocionó enormemente ver personas haciendo lo que más les gusta, siguiendo su pasión, creyendo en sus proyectos y motivados a despertarse todos los días buscando que sus empresas aporten un valor agregado, no solamente para ellos mismos, sino también para las personas y el ambiente. La buena noticia es que se están formando comunidades que acogen a estos emprendedores. Daniela Peralvo nos comentó cómo, mediante talleres y programas de capacitación, incubación de proyectos y eventos de conexión, Impacto Quito fortalece e impulsa la comunidad de emprendedores e innovadores sociales del país. Por su parte, Marion, Maud y Helene del proyecto Food Sense Tour en América del Sur, nos comentaron acerca de su viaje enmarcado en la iniciativa Make Sense, comunidad abierta dedicada a ayudar a emprendedores sociales a resolver los desafíos que encuentran en el desarrollo de sus proyectos.
No podemos terminar esta reseña sin agradecer a dos emprendimientos locales que fueron importantes aliados para el éxito del evento. Quito Pizza Co., proveedor de pizza local de frescos ingredientes y Sabai Beer que, además de hacer una excelente cerveza artesanal, realiza aportes importantes a la sostenibilidad, por ejemplo promoviendo iniciativas de reciclaje de botellas (pagan 5 centavos por botella devuelta a su fábrica para ser reutilizada).
Este tercer JapiAwer nos mostró que los emprendedores tenemos una gran oportunidad ante nosotros: podemos vernos y sentirnos como personas con la capacidad de identificar y explorar oportunidades, tener grandes ideas y hacerlas realidad. Sabemos que lograr esto requiere de compromiso y perseverancia y que el mercado presenta grandes retos. Sin embargo, si lo hacemos de manera comunitaria, conociendo y respetando nuestras diferencias y diversidades, podemos dar rienda suelta a la inteligencia colectiva. Así se logrará construir una verdadera comunidad de gente que trabaja para cambiar el mundo.