¿Debemos hablar de “movilidad alternativa” o “alternativas de movilidad”? ¿Cuál es la mejor manera de impulsar el uso de la bicicleta? ¿Existen opciones de innovación social o es simplemente un tema tecnológico? El cuarto JapiAwer generó interesantes conversaciones desde el mismo momento de su convocatoria. Y es que el transporte es una actividad que realizamos a diario y que tiene impactos muy palpables en nuestra vida: la manera en que nos movemos en la ciudad determina aspectos importantes como nuestros niveles de estrés, nuestro estado de salud o la forma en que utilizamos gran parte de nuestro tiempo.
De igual manera, el transporte tiene un grave impacto sobre el ambiente, pues representa un gran consumo de energía y de generación de enormes emisiones de gases de efecto invernadero. El parque automotriz ha crecido sustancialmente y no para de hacerlo, a pesar de los esfuerzos de ciertos sectores por promover alternativas de movilidad y de que estamos cada vez más informados de su nocividad. Nuestras necesidades de desplazamiento aumentan al ritmo de crecimiento de los núcleos urbanos y tanto las políticas públicas como la cultura de la población no van de la mano con ello. Así, en nuestras redes sociales se produjo un gran debate sobre si debemos hablar de movilidad alternativa o de alternativas de movilidad y esta fue una de los temas más debatidos la noche del pasado miércoles 2 de septiembre en La Cleta, ubicado en el sector de La Floresta.
Como siempre, nos acompañaron representantes de varios sectores de la sociedad. Desde el sector público, Carlos Páez (Concejal del Municipio de Quito y ex Secretario de Movilidad del Distrito) nos comentó sobre las consecuencias de la topografía y los aspectos socio económicos de la ciudad en la configuración de sus patrones de movilidad; Diego Guzmán (Director de Cambio Climático del MAE) comentó sobre el impacto ambiental de la movilidad alternativa para enfrentar el cambio climático desde la perspectiva del cambio cultural. Desde la sociedad civil, Luis Herrera (Colectivo Andando en Bici Carajo), habló de varios temas entre ellos la Semana de la movilidad de las Organizaciones y la Gente y Sofia Gordón (Colectivo las Carishinas en Bici) comentó sobre el uso de la bicicleta desde una perspectiva de género y de la labor que realiza su organización para impulsar el uso de la bici entre las mujeres de la ciudad. Finalmente, los académicos Diego Hurtado (Docente Investigador de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central Ecuador) y Pamela Mendieta (Asesora Técnica de la Agencia Metropolitana de Control y de la Vicealcaldía) nos hablaron de sus posturas frente a la configuración urbanística de la ciudad.
Hubo gran participación del público asistente, que con preguntas y comentarios aportó a la generación de importantes conversaciones y debates. Entre las intervenciones, destacó Basalto, un “emprendedor de la ciclovías”, que nos comentó cómo ha creado sus propias vías para bicicleta en el sur de la ciudad, donde no lo ha hecho el gobierno local.
En la convocatoria al evento, al preguntamos cómo generamos una cultura de movilidad sotenible, lo primero que vino a nuestra mente fue el uso de la bicicleta. Siendo que hay cada vez más usuarios de la bici y que es un tema que ha entrado en la agenda de quienes diseñan las políticas locales, decidimos poner el foco en ello al escoger el lugar. Muchos de los participantes del JapiAwer hablaron de manera entusiasta de lo “cicleable” que es nuestra ciudad y de cómo debemos seguir apoyando la generación de políticas que faciliten y promuevan el uso de la bicicleta de forma segura.
Sin embargo, existen muchas más alternativas de movilidad además de la bicicleta. Algunas de ellas basadas en la innovación tecnológica: metro, metrocables, vehículos limpios y sistemas de transporte público basados en electricidad. Otras tienen base en la innovación social, un ejemplo es el fenómeno del auto compartido o carsharing, ya es una realidad en países como Bélgica o España. En esta última, más de 33.000 personas utilizan los 500 carros disponibles para compartir mediante aplicaciones como respiro.es o Blue Move. La innovación social, que produce cambios culturales y de comportamiento, puede ser tan o más importante que la tecnología en temas de movilidad: quitarle al carro el simbolismo de poder y estatus es un primer y definitivo paso que debemos dar en nuestra sociedad. Es más inteligente usar un carro compartido solamente cuando lo necesitamos pagando una módica tarifa de alquiler que continuar comprando y llenando la ciudad de automóviles que nos tienen estancados y estresados en el tráfico diario.
Este cuarto JapiAwer, nuestro evento mensual de conversaciones y networking alrededor de los temas ambientales que más nos interesan, fue un primer espacio de intercambio de información para empezar a generar una convivencia urbana más agradable y segura. Luego del evento, quedamos convencidos de que mientras más alternativas de transporte nos ofrece una ciudad, más eficiente y sostenible será la movilidad de sus habitantes. La colaboración público-privada y participación de la ciudadanía son fundamentales. Donde se juntan los ciudadanos emprendedores, las empresas privadas y un sector público abierto al diálogo, se pueden dar importantes transformaciones para generar un nuevo modelo donde los peatones sean los principales protagonistas y que a la vez promueva el uso de la bicicleta y del transporte público como las mejores opciones para distancias mayores.
De igual manera, el transporte tiene un grave impacto sobre el ambiente, pues representa un gran consumo de energía y de generación de enormes emisiones de gases de efecto invernadero. El parque automotriz ha crecido sustancialmente y no para de hacerlo, a pesar de los esfuerzos de ciertos sectores por promover alternativas de movilidad y de que estamos cada vez más informados de su nocividad. Nuestras necesidades de desplazamiento aumentan al ritmo de crecimiento de los núcleos urbanos y tanto las políticas públicas como la cultura de la población no van de la mano con ello. Así, en nuestras redes sociales se produjo un gran debate sobre si debemos hablar de movilidad alternativa o de alternativas de movilidad y esta fue una de los temas más debatidos la noche del pasado miércoles 2 de septiembre en La Cleta, ubicado en el sector de La Floresta.
Como siempre, nos acompañaron representantes de varios sectores de la sociedad. Desde el sector público, Carlos Páez (Concejal del Municipio de Quito y ex Secretario de Movilidad del Distrito) nos comentó sobre las consecuencias de la topografía y los aspectos socio económicos de la ciudad en la configuración de sus patrones de movilidad; Diego Guzmán (Director de Cambio Climático del MAE) comentó sobre el impacto ambiental de la movilidad alternativa para enfrentar el cambio climático desde la perspectiva del cambio cultural. Desde la sociedad civil, Luis Herrera (Colectivo Andando en Bici Carajo), habló de varios temas entre ellos la Semana de la movilidad de las Organizaciones y la Gente y Sofia Gordón (Colectivo las Carishinas en Bici) comentó sobre el uso de la bicicleta desde una perspectiva de género y de la labor que realiza su organización para impulsar el uso de la bici entre las mujeres de la ciudad. Finalmente, los académicos Diego Hurtado (Docente Investigador de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central Ecuador) y Pamela Mendieta (Asesora Técnica de la Agencia Metropolitana de Control y de la Vicealcaldía) nos hablaron de sus posturas frente a la configuración urbanística de la ciudad.
Hubo gran participación del público asistente, que con preguntas y comentarios aportó a la generación de importantes conversaciones y debates. Entre las intervenciones, destacó Basalto, un “emprendedor de la ciclovías”, que nos comentó cómo ha creado sus propias vías para bicicleta en el sur de la ciudad, donde no lo ha hecho el gobierno local.
En la convocatoria al evento, al preguntamos cómo generamos una cultura de movilidad sotenible, lo primero que vino a nuestra mente fue el uso de la bicicleta. Siendo que hay cada vez más usuarios de la bici y que es un tema que ha entrado en la agenda de quienes diseñan las políticas locales, decidimos poner el foco en ello al escoger el lugar. Muchos de los participantes del JapiAwer hablaron de manera entusiasta de lo “cicleable” que es nuestra ciudad y de cómo debemos seguir apoyando la generación de políticas que faciliten y promuevan el uso de la bicicleta de forma segura.
Sin embargo, existen muchas más alternativas de movilidad además de la bicicleta. Algunas de ellas basadas en la innovación tecnológica: metro, metrocables, vehículos limpios y sistemas de transporte público basados en electricidad. Otras tienen base en la innovación social, un ejemplo es el fenómeno del auto compartido o carsharing, ya es una realidad en países como Bélgica o España. En esta última, más de 33.000 personas utilizan los 500 carros disponibles para compartir mediante aplicaciones como respiro.es o Blue Move. La innovación social, que produce cambios culturales y de comportamiento, puede ser tan o más importante que la tecnología en temas de movilidad: quitarle al carro el simbolismo de poder y estatus es un primer y definitivo paso que debemos dar en nuestra sociedad. Es más inteligente usar un carro compartido solamente cuando lo necesitamos pagando una módica tarifa de alquiler que continuar comprando y llenando la ciudad de automóviles que nos tienen estancados y estresados en el tráfico diario.
Este cuarto JapiAwer, nuestro evento mensual de conversaciones y networking alrededor de los temas ambientales que más nos interesan, fue un primer espacio de intercambio de información para empezar a generar una convivencia urbana más agradable y segura. Luego del evento, quedamos convencidos de que mientras más alternativas de transporte nos ofrece una ciudad, más eficiente y sostenible será la movilidad de sus habitantes. La colaboración público-privada y participación de la ciudadanía son fundamentales. Donde se juntan los ciudadanos emprendedores, las empresas privadas y un sector público abierto al diálogo, se pueden dar importantes transformaciones para generar un nuevo modelo donde los peatones sean los principales protagonistas y que a la vez promueva el uso de la bicicleta y del transporte público como las mejores opciones para distancias mayores.